sábado, 29 de septiembre de 2007

Faster, Pussycat! Kill! Kill!

Dirección: Russ Meyer.
Guión: Russ Meyer, Jack Moran.
Reparto: Tura Satana, Lori Williams, Haji, Susan Bernard, Stuart Lancaster, Paul Trinka, Dennis Busch.


He visto Faster, Pussycat, básicamente, porque tenía entendido que fue la fuente principal de inspiración para que Tarantino creara Death Proof. Y, en efecto, la última de Quentin tiene puntos en común con esta obra de Russ Meyer, rey de la sexploitation.

Tres mocicas jamonas conducen sus cochazos por el desierto; cuando ven agua, una de ellas, una rubiaca tonta, se mete a saco. Para que se le moje la camiseta, se entiende. Luego se pelea con otra, la del acento italiano marcadísimo, por algún motivo que no he alcanzado a comprender. Entonces sale la tercera, la jefa, la mejor, la que suelta las mejores frases y pone motes-puntazo a todo bicho viviente, y reta a las otras a ver cuál se aparta antes en un choque frontal; gana ella, por supuestísimo. Poco después, hay otra carrera contra un pijete repulsivo con pantalones cortos, que lleva consigo a una que yo pensaba que era su hija, pero que no, que es la novia; hay otra carrera (por principios, esta), y luego, otra pelea, con la jefa, cómo no, en la que ella le parte el cuello.



A partir de aquí empieza una sucesión de escenas sensuales (no hay equis, por desgracia para quien la visionara en su momento), persecuciones, choques, lucimiento de gente guapa, sobreactuaciones y muertes. Vamos, todo un goce en los años 60, y una innovación en su género, que aún hoy resulta muy divertida de ver, si bien ya no es sorprendente. Destaco el personaje del viejuno facha y lascivo. Muy grande.


Valoración: 6/10.

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