domingo, 30 de septiembre de 2007

Termina el festival de cine de San Sebastián

Ha terminado el festival de cine de San Sebastián. La Concha de Oro a la mejor película ha sido para Wayne Wang, director de esa joya que es Smoke y de varios bodrios posteriores, por la película Mil años de oración, que habla de un anciano chino que va a visitar a su hija a los Estados Unidos. Si está al nivel de Smoke, Wang me hará feliz.

La cinta de Wang se ha llevado también la Concha al mejor actor, para Henry O. La actriz española Blanca Portillo (Siete vidas, Volver) se ha agenciado el premio a la mejor actriz, por Siete mesas de billar francés, de Gracia Quejereta. El premio al mejor director ha ido a parar a las manos de Nick Broomfield por La Batalla de Hadiza; el especial del jurado, a Buda explotó por vergüenza. Fuera se han quedado Padre nuestro, de Christopher Zalla, y Promesas del Este, de Cronenberg, que se estrena este viernes.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Faster, Pussycat! Kill! Kill!

Dirección: Russ Meyer.
Guión: Russ Meyer, Jack Moran.
Reparto: Tura Satana, Lori Williams, Haji, Susan Bernard, Stuart Lancaster, Paul Trinka, Dennis Busch.


He visto Faster, Pussycat, básicamente, porque tenía entendido que fue la fuente principal de inspiración para que Tarantino creara Death Proof. Y, en efecto, la última de Quentin tiene puntos en común con esta obra de Russ Meyer, rey de la sexploitation.

Tres mocicas jamonas conducen sus cochazos por el desierto; cuando ven agua, una de ellas, una rubiaca tonta, se mete a saco. Para que se le moje la camiseta, se entiende. Luego se pelea con otra, la del acento italiano marcadísimo, por algún motivo que no he alcanzado a comprender. Entonces sale la tercera, la jefa, la mejor, la que suelta las mejores frases y pone motes-puntazo a todo bicho viviente, y reta a las otras a ver cuál se aparta antes en un choque frontal; gana ella, por supuestísimo. Poco después, hay otra carrera contra un pijete repulsivo con pantalones cortos, que lleva consigo a una que yo pensaba que era su hija, pero que no, que es la novia; hay otra carrera (por principios, esta), y luego, otra pelea, con la jefa, cómo no, en la que ella le parte el cuello.



A partir de aquí empieza una sucesión de escenas sensuales (no hay equis, por desgracia para quien la visionara en su momento), persecuciones, choques, lucimiento de gente guapa, sobreactuaciones y muertes. Vamos, todo un goce en los años 60, y una innovación en su género, que aún hoy resulta muy divertida de ver, si bien ya no es sorprendente. Destaco el personaje del viejuno facha y lascivo. Muy grande.


Valoración: 6/10.

Visitor Q

Título original: Bijitâ Q.
Dirección: Takeshi Miike.
Guión: Itaru Era.
Reparto: Kenichi Endo, Shungiku Uchida, Kazushi Watanabe, Jun Mutô, Fujiko, Shôko Nakahara.


Creo que una de las características principales del cine japonés actual es la hipérbole. Miike, por lo menos, ejemplifica esto inmejorablemente. Es fácil escribir una sinopsis de Visitor Q: un periodista televisivo, después de haber estado apartado del trabajo por un problema, digamos, técnico durante un reportaje, graba sobre la juventud japonesa, usando a los miembros de su particularísima familia como personajes; por estas fechas, un misterioso visitante es acogido en la casa del periodista. Sin embargo, con esto no se dice nada sobre el filme.

Visitor Q no se basa en su historia, porque el hilo argumental es fino, fino, sino que critica a la sociedad (en principio a la japonesa, pero puede ser extrapolada a la occidental), destrozando todos los tabúes -sobretodo sexuales- de esta. Tenemos incesto, tenemos prostitución, tenemos maltrato doméstico, bullying, homosexualidad, sexo extramatrimonial, violación, necrofilia, asesinato y más que no recuerdo, todos ellos tratados con un adecuado tono de humor ultranegro (¿de qué otro tipo podría ser?) no descojonante, pero que sí hace al ya de por sí no muy largo metraje más corto aún.


Los personajes son todos un mundo. La hija se prostituye -haciendo descuento a los guapos- a cualquiera, incluyendo su propio padre; al hijo le pegan unos gamberros del colegio y le tiran cohetes por las ventanas de la habitación, por lo que, como liberación, pega a la madre con ese instrumento tan típicamente japonés de dar golpes a las mantas; la madre también se prostituye (de algo hay que vivir), resiste estoica los maltratos del hijo, excepto si le da los golpes en la cara, en cuyo caso se enfada muchísimo, y está frustrada sexualmente hasta que descubre que puede sacarse leche apretándose las tetas. Y qué decir del padre, un obseso sexual de moral especialmente baja, incluso dentro de tal familia, que se cree un visionario y se pone violento cuando sus ideas son refutadas. Del visitante no sé qué decir, porque no es que haga mucho físicamente (aparte de dar pedradas y apretar pezones), aunque es el que actúa como mecanismo de cohesión de los miembros de la familia y, finalmente, les conduce a la felicidad.


El valor de Visitor Q es, como ya he dicho, el pisoteo de las represiones morales como reclamo de libertad. Si bien no hay que tomarse al pie de la letra las libertades éticas con las que cuentan los protagonistas, claro. Al menos no creo que Miike quiera que nos matemos entre nosotros. Que descuarticemos los cadáveres, a lo mejor sí; es un pasatiempo muy bonito y muy recomendable, sobretodo en familia.

Valoración: 7,5/10.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Scorsese dirigirá un biopic sobre George Harrison


Parece que no todo el mundo puede elegir entre los Rollings y los Beatles. Scorsese, después de usar Gimme shelter repetidamente como parte de sus bandas sonoras y de dirigir un documental sobre el grupo liderado por Jagger, dirigirá y producirá un filme sobre la vida de Harrison, el más ignorado del cuarteto de Liverpool. ¿O ese era Ringo? El tema central de la película será la búsqueda espiritual de su protagonista. ¿Quién lo interpretará? A mí me habría gustado Daniel Day Lewis, si fuera más joven.

Fuente.

martes, 25 de septiembre de 2007

Los idiotas

Título original: Idioterne.
Dirección: Lars von Trier.
Guión: Lars von Trier.
Reparto: Bodil Jørgensen, Jens Albinus, Anne Louise Hassing, Nikolaj Lie Kaas, Louise Mieritz, Knud Romer Jørgensen, Anne-Grethe Bjarup Riis.


Von Trier. Ese cineasta tan amado como odiado, tan alabado por genio como criticado por farsante. De alguien que provoca reacciones tan extremistas, lo único que se puede decir con seguridad es que es polémico, arriesgado y original. Personalmente, aunque no he visto la mayoría de sus películas, me gusta: Dogville es una obra maestra, y Bailando en la oscuridad, a pesar de su falta de credibilidad, es también muy buena. Los idiotas no me ha gustado tanto ya que si bien contiene, al igual que cualquier filme de la casa, la provocación, es el más experimental, y ya se sabe que cuando uno arriesga tanto...

Antes de hablar de Los idiotas hay que hablar de Dogma. Esto es, tengo entendido, un movimiento de Von Trier, Vintenberg y un par de daneses más, que consiste en grabar películas con la cámara al hombro, sin música, sin luz artificial, sin edición y sin dar el nombre del director en los créditos. ¿Chorrada? ¿Innovación? Pues según, como todo. En principio es para darle más naturalidad a la película, dada la inexistencia de efectos especiales. Pero ahora comento por qué creo que el propósito no es exitoso.

Los idiotas habla, básicamente, de un grupo de inadaptados que se divierten burlándose de la sociedad al hacerse pasar por retrasados mentales. Lo mejor de la película son las reacciones que estos actos provocan en el público; en tres o cuatro escenas uno se descubre riéndose, para que acto seguido el super-yo de turno le diga que eso está mal, que es inmoral. Y entonces se llega a la moraleja de la película: que todos somos unos hipócritas, que si decidimos ser algo (en este caso, si nos reímos de algo), lo hagamos hasta el final, o no lo hagamos en absoluto.


Pero, al contrario que las de las del espectador, las reacciones de los secundarios están escritas y dirigidas. Me creo que, si le dices a alguien que si se compra una casa va a recibir visitas constantes de discapacitados, dé excusas para no comprar, pero no es lo mismo suponer que ver. Me imagino que es ilegal sacar a alguien en una película sin su consentimiento, pero no es lo mismo. No ayuda, desde luego, el hecho de que se incluyan entrevistas a los personajes principales, como si de un documental se tratase. Si este recurso no intenta engañar a quien no sepa de qué va la cosa, y tal propósito muy noble no es que sea, no lo he entendido.

También está el tema del contenido sexual. Vale que los del Dogma quieran presentar el cuerpo humano y sus funciones como algo natural, pero el sexo gratuito es de todo menos natural. Una escena de sexo, si hace falta en la historia, que salga; la escena del váter del bar es buena; la de la ducha me la creo; pero la orgía porque sí, con planos que recalcan que el acto se está llevando a cabo de verdad, no es más que una palmadita en la espalda que se da Von Trier. "Bravo, Lars", se dice, "Tienes unos cojones que colgando parecen bolsas".


Valoración: 5/10.

Amor a quemarropa

Título original: True Romance.
Dirección: Tony Scott.
Guión: Quentin Tarantino.
Reparto: Christian Slater, Patricia Arquette, Michael Rapaport, Bronson Pinchot, Dennis Hopper, Gary Oldman, Saul Rubinek, Chris Penn, Tom Sizemore, Christopher Walken, Brad Pitt, James Gandolfini, Val Kilmer.

No haber visto Amor a quemarropa era mi mayor pecado. No por ser especialmente famosa (no he visto Apocalypse Now; no digo ná y lo digo tó), sino por mi admiración por Tarantino, que me ha llevado a tragarme ese bodrio que es Four Rooms. Amor a quemarropa no la dirigió él (había vendido el guión por cuatro duros), pero sí escribió el guión, que es el alma máter de las obras de Quentin. La experiencia -y con "experiencia" quiero decir "Asesinos natos"- me ha demostrado que no importa lo buen director que seas: para sacarle todo el partido a un guión de Tarantino, tienes que ser Tarantino.


El mundo sería un lugar hermoso si todos los buenos guionistas supieran dirigir. Sólo el escritor comprende su obra totalmente, aunque con el talento de un director excepcional, mientras se colabore estrechamente con el guionista o su trabajo se interprete muy bien, se puede sacar todo el jugo a un gran guión. A ver, que me pierdo. Amor a quemarropa tiene un estupendo guión, aunque más que probablemente retocado, que nos regala diálogos tremendos (sobre cualquier otro, el razonamiento de que los sicilianos son medio negros) que -y aquí quería llegar- por desgracia no van acompañados de planos memorables. La música no está bien escogida, los actores se emocionan demasiado en según qué momentos, el tiroteo final no convence.

Dicen de Tarantino que fue la mayor influencia de Guy Ritchie en su corta época dorada. Nunca me había parado a pensar mucho en eso, pero hoy que he visto el tiroteo de Amor a quemarropa me he dado cuenta de que sí, le debieron gustar mucho los diálogos, los tiros y los tacos; de todas formas, el segundo punto más importante de Tarantino es la estructura narrativa, y la de Ritchie es muy veloz, nada de saltos temporales.

Una característica muy curiosa del guión de Amor es el protagonista, primer personaje autobiográfico de su creador: trabaja en un videoclub, va al cine a ver sesiones triples de pelis de kung fu, sólo sabe hablar de cine, música, televisión y cómics, va mal de dinero... en mi opinión, todo el inicio es una fantasía de Tarantino, y quizá la continuación también, aunque a partir de los minutos Taxi Driver todo se vuelve menos agradable de lo que uno pudiera desear. Quentin, a saber.


Aparte del guión, la principal virtud de esta película que nos ocupa es el reparto. Casting impresionante, encabezado por Christian Slater (tengo que revisionar Very Bad Things) y Patricia Arquette, secundados por grandísimos como un Gary Oldman con rastas (muy sparrowense, viceversa más bien), Christopher Walken y Dennis Hopper, grandes como Pitt haciendo de drogado, Gandolfini y Rubinek y la aparición estelar -y difuminada- de Val Kilmer como nada menos que Elvis. En los créditos iniciales he leído "Samuel L. Jackson", pero sale a lo mejor un minuto, nada digno de mencionar. Lo dicho: si Tarantino la hubiera dirigido, habríamos tenido una obra maestra. Otra.


Valoración: 7,5/10.

Relación de películas criticadas

CINE ESTADOUNIDENSE
CINE ESPAÑOL
CINE EUROPEO
CINE ASIÁTICO