viernes, 5 de octubre de 2007

Leon (El profesional)

Título original: Leon (Léon).
Dirección: Luc Besson.
Guión: Luc Besson.
Reparto: Jean Reno, Natalie Portman, Gary Oldman, Danny Aiello, Michael Badalucco, Peter Appel.


Nunca había visto Léon, no sé muy bien por qué. A lo mejor porque es francesa (¿injusto? Pues seguramente). De todas formas, como este fin de semana la dieron en la teúve y yo siempre tengo cintas de vídeo, que el mundo ha abandonado casi por completo, prestas para acoger un buen filme, me la grabé, y hoy la he visto. Y está bastante bien.

Lo primero que hay que decir de Léon es que no parece francesa, por dos motivos: la multinacionalidad de la película, que está ambientada en los Estados y que contó con un presupuesto envidiable y de ahí un reparto más envidiable aún, y lo poco de francés (fílmicamente) que tiene su director. Besson no hace películas bonitas/empalagosas y sobrias/coñazo, sino que, como demostró con cintas no necesariamente buenas como El quinto elemento o Juana de Arco, le va más lo americano, la acción, los efectos.


Léon es un asesino a sueldo francés, deduzco, residente en Little Italy desde hace años. Mata hombres (mujeres y niños, nunca; esa es la única regla) por cinco mil, que su amigo y mentor Tony le guarda. Es frío y distante, y no mantiene relación con nadie si no es por motivos profesionales. Un día, una familia vecina cuyo padre mantiene relaciones comerciales deshonestas con un inspector de Antinarcóticos muere a manos de éste, y Léon se ve obligado a cuidar de una de las hijas, que había salido a comprar.

El protagonista es un gran personaje. A pesar de su profesión y de su personalidad aparente, es un buenazo sin mucho cerebro y sin malicia, analfabeto, que vive solo con una planta, es un apasionado de Cantando bajo la lluvia y, a pesar de que debe de estar forradísimo (el hombre trabaja una barbaridad, y a cinco mil por cabeza ya me diréis), no se gasta más dinero que el justo para pagarse el habitáculo. Y para beber leche, claro. Jean Reno queda perfecto en tal papel, secundado por una Natalie Portman primeriza que ya apuntaba maneras, con la que mantiene una relación cuasi pedofílica (o sin el cuasi) poco menos que sorprendente en el cine comercial.

Por si fuera poco, está ese tremendo actor que es Gary Oldman, con sus ojos pícaros pero tristes a la vez, que clava al policía corrupto y sádico, dotándole de un histrionismo del que sólo él (y Johnny Depp -¡y no "Deep"!-, claro) es capaz. De todas formas tenía buen material, porque un tío que disfruta matando sólo a quien agradece estar vivo mientras toca mentalmente Beethoven ya sobre el papel promete.


El guión no es una cosa del otro mundo, exceptuando algún diálogo, básicamente los de Oldman, y la trama no llama la atención en especial (empieza muy bien, pero pierde poco después de las escenas del entrenamiento); lo mejor de Léon son, sin duda, los personajes. Vale la pena verla por ver a Juan Moreno de asesino sentimental, a la Portman de niña rebelde y provocativa, y a Oldman... bueno, a Oldman vale la pena verle siempre.

Valoración: 7/10.

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