sábado, 27 de octubre de 2007

Ovejas asesinas

Título original: Black Sheep.
Dirección: Jonathan King.
Guión: Jonathan King.
Reparto: Nathan Meister, Peter Feeney, Danielle Mason, Glenis Levestam, Tammy Davis, Tandi Wright, Oliver Driver.

Por Dios. Qué bueno lo de "Get the flock".

Muy pocas veces llegan a los cines películas del estilo de Black Sheep (me negaréis que mola más el título original), que aterrizó en España unos pocos meses atrás junto a Desmembrados, en una sesión doble que sí recuperó el espíritu del Grindhouse, no como otras cuyo título indica. Eso sí: sólo compraron copias unos pocos cines. Ninguno que me pille cerca. Así, me he visto obligado, sabiendo como sé que en los videoclubs que tengo cerca tampoco van a llegar y, qué cojones, porque me es más cómodo y no tengo ingresos ningunos, a bajármelas. De momento, como sólo he visto la de las ovejas, la comento. Ya haré una entrada para Desmembrados en su momento.

En un rancho de Nueva Zelanda viven un padre ganadero de ovejas y sus hijos, uno de ellos, el menor, educado y adorador del hombre; el otro, en cambio, es la oveja negra. Que conste que no he concebido eso como chiste. Por desgracia, el padre muere al caer por un barranco mientras persigue a una oveja ciega. Esto causará un profundo trauma en el hijo menor, una ovejafobia, o así. Muchos años después, el chico vuelve al rancho para vender a su hermano, que se ha hecho cargo del negocio, su parte de la herencia; sin embargo, para sacar más dineros, el ganadero está invirtiendo en unos experimentos genéticos. Dos ecologistas desatarán una infección aterradora al intentar destruir el laboratorio...


Algo huele a podrido en la Tierra Media... digo, en Nueva Zelanda. No sé si fue Peter Jackson el que inició el gore en dicho país, pero sí que es el máximo exponente, y que Mal gusto y, sobretodo, Braindead son obras maestras del género (no sé si contar Meet the Feebles, menos conocida y con marionetas, y que por cierto me gusta más aún que las anteriores), con una mezcla perfecta entre sangre, vísceras y humor. Ya hablaré más detalladamente sobre el cine de Peter Jackson, el "malo", en una entrada que estoy preparando, que incluirá chorras del calibre de Payasos asesinos del espacio exterior o Alaridos. Black Sheep sigue esa estela, y desde luego es una maravilla que llegue bien a nuestro país. ¿Que no la ha visto/ verá ni Dios? Pues claro, pero llegar llegó, que es lo que cuenta. Aunque no creo que traigan muchas más, porque no me consta que el proyecto de sesión doble fuera un éxito. No tengo datos, en cualquier caso.

Ovejas asesinas es, básicamente, un descojono. Ya la idea es impresionante: a cualquiera se le ocurriría que unos zombis atacaran a las gentes, pero, ¿unas ovejas? Enorme. Lo mejor es que el tono humorístico, a parte de algún chiste, lo imagina el espectador: los diálogos y los personajes son serios, al contrario que en la mayor parte de las obras del cine gore. Por tanto, y como todas las cosas que se toman en serio, hace más gracia. Claro que reírse con unas ovejas que muerden cuellos (y penes, claro que sí) o un tipejo que confiesa haber unido sus genes con los de una -muy bella, por cierto- oveja por medios naturales es como muy fácil.


Dejando de lado los ataques ovejiles (¿ovejunos?) y las consecuentes mutilaciones, uno de los mejores puntos es el de los hombres-oveja. Habréis pensado en hombres-lobo al leer eso; efectivamente, la mecánica es similar. La oveja mutada muerde a una persona, y esta se transforma poco a poco en una aberración de la naturaleza, fusión de hombre y borrega. Sin palabras se queda uno. Lo peor: que es curable. En fin, no todo es perfecto, y a veces los guionistas tienen un apego insustancial por sus personajes. Qué le vamos a hacer.


Valoración: 7/10.

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