Dirección: Jon Favreau.
Guión: Mark Fergus, Hawk Ostby, Art Marcum, Matt Holloway.
Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Jeff Bridges, Terrence Howard, Shaun Toub, Faran Tahir, Leslie Bibb, Clark Gregg.
Por lo general (y como excepción se me ocurren los Batman de Burton y, en especial, de Nolan), las películas de superhéroes son entretenidas pero, por definirlas de un modo suave, son una mierda: se basan en los efectos especiales y dejan de lado el guión y demás aspectos anticomerciales. Eso lo sabemos todos. Bien, ahora hablemos de Iron Man en particular.
La primera película sobre el hombre de hierro (queda bastante claro que tendrá continuación, tanto por el final como por la recaudación) no se aleja demasiado del promedio en ese sentido, pues su principal atractivo son sus cuidadísimos efectos especiales. Sin embargo, no cae en ese saco roñoso en el que se encuentra el grupo liderado, sin duda, por Los 4 fantásticos, ya que cuenta con una serie de virtudes muy estimables.
La primera, la básica, es Robert Downey Jr. Cuando supe que iba a ser él el protagonista no pude menos que levantar una ceja; si se os ocurre un actor menos comercial, me avisáis. Sin embargo, es perfecto para su papel, y está perfectamente respaldado por Jeff Bridges, otro actor indie de prestigio que (al contrario que el enorme Kevin Spacey en Superman Returns) hace un muy buen papel, sobretodo en sus momentos de némesis de Stark. Gwyneth Paltrow está bastante regular, pero tampoco es que el papel dé para mucho; Terrence Howard merecía más minutos.
La personalidad desenfadada e irónica del protagonista dota a la cinta de otra de sus cualidades indispensables: el humor, en muchos momentos negro, que la distancia nuevamente de las superproducciones heroicas típicas, generalmente imbuidas de un repulsivo tono de comedia blanca. Mención especial en este sentido merece el robot obsesionado con extinguir fuegos. Además, la banda sonora ayuda a Iron Man a congraciarse conmigo, al estar formada completamente por temas de Rock duro, algunos de ellos mundialmente conocidos, como Back in Black, de los AC/DC o, ¿cómo no?, una versión instrumental de Iron Man, de Black Sabbath.
¿Hay puntos negros? Claro; de hecho, no deja de ser una película de superhéroes corrientita pero con virtudes que la elevan por encima de la media. El guión está desestructurado, concediendo escasa importancia al tramo final, que por otra parte recuerda al del Hulk de Ang Lee; los secundarios están desdibujados, y muchas veces las motivaciones de los personajes son raras y/o chorras. Para comer palomitas, pero sin sentir vergüenza.
Valoración: 6,5/10.
La primera película sobre el hombre de hierro (queda bastante claro que tendrá continuación, tanto por el final como por la recaudación) no se aleja demasiado del promedio en ese sentido, pues su principal atractivo son sus cuidadísimos efectos especiales. Sin embargo, no cae en ese saco roñoso en el que se encuentra el grupo liderado, sin duda, por Los 4 fantásticos, ya que cuenta con una serie de virtudes muy estimables.
La primera, la básica, es Robert Downey Jr. Cuando supe que iba a ser él el protagonista no pude menos que levantar una ceja; si se os ocurre un actor menos comercial, me avisáis. Sin embargo, es perfecto para su papel, y está perfectamente respaldado por Jeff Bridges, otro actor indie de prestigio que (al contrario que el enorme Kevin Spacey en Superman Returns) hace un muy buen papel, sobretodo en sus momentos de némesis de Stark. Gwyneth Paltrow está bastante regular, pero tampoco es que el papel dé para mucho; Terrence Howard merecía más minutos.
La personalidad desenfadada e irónica del protagonista dota a la cinta de otra de sus cualidades indispensables: el humor, en muchos momentos negro, que la distancia nuevamente de las superproducciones heroicas típicas, generalmente imbuidas de un repulsivo tono de comedia blanca. Mención especial en este sentido merece el robot obsesionado con extinguir fuegos. Además, la banda sonora ayuda a Iron Man a congraciarse conmigo, al estar formada completamente por temas de Rock duro, algunos de ellos mundialmente conocidos, como Back in Black, de los AC/DC o, ¿cómo no?, una versión instrumental de Iron Man, de Black Sabbath.
¿Hay puntos negros? Claro; de hecho, no deja de ser una película de superhéroes corrientita pero con virtudes que la elevan por encima de la media. El guión está desestructurado, concediendo escasa importancia al tramo final, que por otra parte recuerda al del Hulk de Ang Lee; los secundarios están desdibujados, y muchas veces las motivaciones de los personajes son raras y/o chorras. Para comer palomitas, pero sin sentir vergüenza.
Valoración: 6,5/10.
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