Guión: Robert Rodriguez, Álvaro Rodriguez.
Reparto: Danny Trejo, Jessica Alba, Jeff Fahey, Michelle Rodriguez, Robert De Niro, Steven Seagal, Don Johnson, Lindsay Lohan, Cheech Marin, Shea Whigham, Tom Savini.
Me da la impresión de que siempre, pero en especial a partir de los 90, se ha denostado el cine cuya función es el entretenimiento más simple y banal; todo aquello más ligero que una película de Tarantino o Guy Ritchie es automáticamente desterrado al vertedero por la crítica estándar. Vamos a ver: Robert Rodriguez no es Kubrick. Bien. Asumámoslo: él lo asumió hace muchos años. Tampoco es Tarantino: sus guiones no se le pueden comparar (cuando el maestro tiene el día, claro). Que la mejor película de Rodriguez copie casi totalmente los planos de las viñetas de un cómic no dice mucho a favor de sus dotes como director. Pero, coño, yo no me lo pasé ni de lejos tan bien con ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú como con Abierto hasta el amanecer, y Planet Terror, como parodia conscientemente intrascendente, se vuelve paradójicamente original y le da mil patadas a la otra integrante de la díada Grindhouse, Death Proof, de Quentin.
Y entonces viene Machete, que ya como concepto es la conjunción de varias cosas positivas. En primer lugar, que le tenemos ganas desde el genial tráiler (originalmente falso, pero transformado en real gracias a su buena acogida) que precedía a Planet Terror, con Danny Trejo saltando por los aires en moto impulsado por una explosión y Cheech Marin vestido de cura diciendo "Dios es misericordioso, yo no" antes de pegarle un tiro en la cara a un tipo. En segundo lugar, que Robert Rodriguez alcanzó con su mitad de Grindhouse el tono y el estilo perfectos para los objetivos que siempre se ha propuesto, y está sin duda en el mejor momento de su carrera. Sumando a eso el reparto -del que ya tendré tiempo de hablar...-, ya sabemos qué esperar de Machete. Y otra cosa no, pero lo que promete lo da.
Daniel "Machete" Cortez (Danny Trejo; Heat, Con air) era un policía mejicano decente que se vio obligado a marcharse a los Estados Unidos después de que las fuerzas del orden se aliaran con el malvado Torrez (Steven Seagal... sí, Steven Seagal haciendo de mejicano.) y de que éste matara a su familia. Ya en Estados Unidos, Machete es contratado por un poderoso empresario, Booth (Jeff Fahey; Planet Terror, Cazador blanco, corazón negro), para que asesine a un senador antiinmigración (Robert De Niro) antes de que sea reelegido y cierre la frontera. Pero es traicionado, y en su venganza Machete contará con la ayuda de una forajida (Michelle Rodriguez; Avatar, SWAT) y una agente del FBI (Jessica Alba; Sin City, Los 4 fantásticos).
Machete es, básicamente, una acumulación de chorradas ingeniosas, sangre, fantasmadas y tetas. Hilando las escenas del tráiler original con otras ideadas para el lucimiento del inaudito reparto, Rodriguez monta algo relativamente similar a un argumento en el que, de paso, introduce una burlona crítica a la actitud racista de la extrema derecha -aunque esto, al fin y al cabo, no va mucho más allá de lo superficial, como en cualquier película de acción. Por mucho que algunas (me viene a la cabeza The shooter, con Mark Wahlberg, estrenada hace tres o cuatro años) se crean verdadero cine político. Y, si bien es verdad que despotricar contra los conservadores (mediante un divertidísimo Robert De Niro, en un papel sorprendentemente mayor que el típico cameo que yo esperaba) y la doble moral estadounidense se le da estupendamente a Rodriguez, se nota que cuando está verdaderamente en su salsa es cuando llena la pantalla de balas e intestinos. Intestinos que, por cierto, nos regalan uno de los mejores gags de la película.
Ver a Danny Trejo, eterno secundario cuya cara de palo todos hemos visto decenas de veces interpretando invariablemente a delincuentes, cortando cabezas a machetazos es un puto placer, y la dosificación en general adecuada de las escenas de acción a lo largo del metraje hacen que el espectador no se aburra en ningún momento (entended siempre, por cierto, que cuando digo "el espectador" lo hago menos para generalizar que para evitar el egocentrismo insoportable de algunos críticos. Véase Carlos Boyero.). Sus escasas dotes interpretativas no son un aspecto negativo, sino que acaso favorecen las pocas -y magistrales- líneas de diálogo que le otorga Rodriguez.
Además de De Niro, el bando de los malos cuenta con Don Johnson (Miami Vice) en la piel de un cowboy sureño muy tarantiniano, si acaso el personaje más desaprovechado, y con un Jeff Fahey (el piloto de Lost) que, además de molar, está a la altura de sus partenaires, más míticos en las mentes del público en general. Imposible no mencionar el cameo de Tom Savini (Sex Machine en Abierto hasta el amanecer), que incluye vídeo de presentación en plan teletienda y lucha a muerte contra Cheech Marin... probablemente la mejor batalla de la historia. Y, por supuesto, Steven Seagal. De mejicano. Con katana. Y gordísimo. Qué más decir.
Quedan las chicas: Jessica Alba, Michelle Rodriguez -la mejor- y Lindsay Lohan, en un papelito autoparódico que no entiendo cómo cojones aceptó interpretar. Supongo que a estas alturas todos somos conscientes de que el cine de Rodriguez no destaca precisamente por la profundidad psicológica de sus personajes femeninos, y ninguna de las tres me cae bien, pero, por así decirlo, tampoco es que me duelan los ojos por verlas ligeras de ropa. Y ni que decir tiene que Machete se lía con las tres.
Me llaman la atención los paralelismos de ciertos elementos con otras obras de Rodriguez: la introducción recuerda a la de la primera historia de Sin City, la aparición de escenarios y personajes religiosos lleva a Desperado o Abierto hasta el amanecer... No sé si tomar estos dejà vus como limitaciones creativas, pero la verdad es que simplemente resultan curiosos como guiños autorreferenciales, voluntarios o no.
Machete es, pues, una de las mejores películas de Robert Rodriguez -entendiendo la palabra "mejores" en su aplicación específica al director y al cine de coña, claro está. Planet Terror tiene como ventajas la originalidad y el gore, pero Machete está a su altura como comedia y la supera en cuanto a reparto, y la falta de cohesión de Abierto hasta el amanecer jugaba en su contra. Repito: si vais a ver Machete sabiendo lo que vais a ver la disfrutaréis, probablemente mucho. Yo ya la he bajado en V.O. (pero que no se entere Ramoncín); no puedo seguir viviendo sin escuchar a Steven Seagal fingiendo acento mejicano.
Reparto: Danny Trejo, Jessica Alba, Jeff Fahey, Michelle Rodriguez, Robert De Niro, Steven Seagal, Don Johnson, Lindsay Lohan, Cheech Marin, Shea Whigham, Tom Savini.
Me da la impresión de que siempre, pero en especial a partir de los 90, se ha denostado el cine cuya función es el entretenimiento más simple y banal; todo aquello más ligero que una película de Tarantino o Guy Ritchie es automáticamente desterrado al vertedero por la crítica estándar. Vamos a ver: Robert Rodriguez no es Kubrick. Bien. Asumámoslo: él lo asumió hace muchos años. Tampoco es Tarantino: sus guiones no se le pueden comparar (cuando el maestro tiene el día, claro). Que la mejor película de Rodriguez copie casi totalmente los planos de las viñetas de un cómic no dice mucho a favor de sus dotes como director. Pero, coño, yo no me lo pasé ni de lejos tan bien con ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú como con Abierto hasta el amanecer, y Planet Terror, como parodia conscientemente intrascendente, se vuelve paradójicamente original y le da mil patadas a la otra integrante de la díada Grindhouse, Death Proof, de Quentin.
Y entonces viene Machete, que ya como concepto es la conjunción de varias cosas positivas. En primer lugar, que le tenemos ganas desde el genial tráiler (originalmente falso, pero transformado en real gracias a su buena acogida) que precedía a Planet Terror, con Danny Trejo saltando por los aires en moto impulsado por una explosión y Cheech Marin vestido de cura diciendo "Dios es misericordioso, yo no" antes de pegarle un tiro en la cara a un tipo. En segundo lugar, que Robert Rodriguez alcanzó con su mitad de Grindhouse el tono y el estilo perfectos para los objetivos que siempre se ha propuesto, y está sin duda en el mejor momento de su carrera. Sumando a eso el reparto -del que ya tendré tiempo de hablar...-, ya sabemos qué esperar de Machete. Y otra cosa no, pero lo que promete lo da.
Daniel "Machete" Cortez (Danny Trejo; Heat, Con air) era un policía mejicano decente que se vio obligado a marcharse a los Estados Unidos después de que las fuerzas del orden se aliaran con el malvado Torrez (Steven Seagal... sí, Steven Seagal haciendo de mejicano.) y de que éste matara a su familia. Ya en Estados Unidos, Machete es contratado por un poderoso empresario, Booth (Jeff Fahey; Planet Terror, Cazador blanco, corazón negro), para que asesine a un senador antiinmigración (Robert De Niro) antes de que sea reelegido y cierre la frontera. Pero es traicionado, y en su venganza Machete contará con la ayuda de una forajida (Michelle Rodriguez; Avatar, SWAT) y una agente del FBI (Jessica Alba; Sin City, Los 4 fantásticos).
Machete es, básicamente, una acumulación de chorradas ingeniosas, sangre, fantasmadas y tetas. Hilando las escenas del tráiler original con otras ideadas para el lucimiento del inaudito reparto, Rodriguez monta algo relativamente similar a un argumento en el que, de paso, introduce una burlona crítica a la actitud racista de la extrema derecha -aunque esto, al fin y al cabo, no va mucho más allá de lo superficial, como en cualquier película de acción. Por mucho que algunas (me viene a la cabeza The shooter, con Mark Wahlberg, estrenada hace tres o cuatro años) se crean verdadero cine político. Y, si bien es verdad que despotricar contra los conservadores (mediante un divertidísimo Robert De Niro, en un papel sorprendentemente mayor que el típico cameo que yo esperaba) y la doble moral estadounidense se le da estupendamente a Rodriguez, se nota que cuando está verdaderamente en su salsa es cuando llena la pantalla de balas e intestinos. Intestinos que, por cierto, nos regalan uno de los mejores gags de la película.
Ver a Danny Trejo, eterno secundario cuya cara de palo todos hemos visto decenas de veces interpretando invariablemente a delincuentes, cortando cabezas a machetazos es un puto placer, y la dosificación en general adecuada de las escenas de acción a lo largo del metraje hacen que el espectador no se aburra en ningún momento (entended siempre, por cierto, que cuando digo "el espectador" lo hago menos para generalizar que para evitar el egocentrismo insoportable de algunos críticos. Véase Carlos Boyero.). Sus escasas dotes interpretativas no son un aspecto negativo, sino que acaso favorecen las pocas -y magistrales- líneas de diálogo que le otorga Rodriguez.
Además de De Niro, el bando de los malos cuenta con Don Johnson (Miami Vice) en la piel de un cowboy sureño muy tarantiniano, si acaso el personaje más desaprovechado, y con un Jeff Fahey (el piloto de Lost) que, además de molar, está a la altura de sus partenaires, más míticos en las mentes del público en general. Imposible no mencionar el cameo de Tom Savini (Sex Machine en Abierto hasta el amanecer), que incluye vídeo de presentación en plan teletienda y lucha a muerte contra Cheech Marin... probablemente la mejor batalla de la historia. Y, por supuesto, Steven Seagal. De mejicano. Con katana. Y gordísimo. Qué más decir.
Quedan las chicas: Jessica Alba, Michelle Rodriguez -la mejor- y Lindsay Lohan, en un papelito autoparódico que no entiendo cómo cojones aceptó interpretar. Supongo que a estas alturas todos somos conscientes de que el cine de Rodriguez no destaca precisamente por la profundidad psicológica de sus personajes femeninos, y ninguna de las tres me cae bien, pero, por así decirlo, tampoco es que me duelan los ojos por verlas ligeras de ropa. Y ni que decir tiene que Machete se lía con las tres.
Me llaman la atención los paralelismos de ciertos elementos con otras obras de Rodriguez: la introducción recuerda a la de la primera historia de Sin City, la aparición de escenarios y personajes religiosos lleva a Desperado o Abierto hasta el amanecer... No sé si tomar estos dejà vus como limitaciones creativas, pero la verdad es que simplemente resultan curiosos como guiños autorreferenciales, voluntarios o no.
Machete es, pues, una de las mejores películas de Robert Rodriguez -entendiendo la palabra "mejores" en su aplicación específica al director y al cine de coña, claro está. Planet Terror tiene como ventajas la originalidad y el gore, pero Machete está a su altura como comedia y la supera en cuanto a reparto, y la falta de cohesión de Abierto hasta el amanecer jugaba en su contra. Repito: si vais a ver Machete sabiendo lo que vais a ver la disfrutaréis, probablemente mucho. Yo ya la he bajado en V.O. (pero que no se entere Ramoncín); no puedo seguir viviendo sin escuchar a Steven Seagal fingiendo acento mejicano.
3 comentarios:
yo de mayor quiero escribir como tú, me encantan tus críticas (aunque se hagan derrogar muuucho)
Qué le vamos a hacer, estando como está el precio del cine casi no voy, y por algún motivo no tengo costumbre de escribir sobre películas que no acaben de estrenar. Un saludo.
Mola porque la mayoría e pelis que criticas son l amayoría de pelis que voy viendo porque me parecen interesantes.
Cuando veas la de La red social critícala, que en FilmAffinity tiene (casi) un 8 y si ellos la puntuan tan alto debe ser por algo.
Y sí, tengo un blog preciosamente abandonado donde iba colgando reliquias post-rock, que es la música que lo parte. Si quieres algún álbum en especial y no lo ves colgado pregúntame a ver si lo tengo y te lo paso :)
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