domingo, 15 de agosto de 2010

Origen (Inception)


Dirección: Christopher Nolan.
Guión: Christopher Nolan.
Reparto: Leonardo Di Caprio, Ellen Page, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Ken Watanabe, Tom Hardy, Cillian Murphy, Dileep Rao, Tom Berenger, Michael Caine, Lukas Haas, Pete Postlethwaite.

No sé dónde oí o leí a alguien que, semiparafraseando a Shakespeare, decía que el cine está hecho del mismo material que los sueños. El cine, como arte, es básicamente producto de la imaginación -o al menos surgió como tal; para mí, el realismo es una derivación que utiliza al cine como instrumento. Buñuel, Cocteau, Tarkovsky, Svankmajer, Jodorowsky, Marker, Arrabal, Lynch, Gilliam, Miyazaki, Maddin, pero también Ford, Lang, Hawks, Huston, Kurosawa, Lucas, Spielberg, Tarantino; todos son, a su manera, arquitectos de sueños. Y algunas veces sus creaciones se nos han metido tan adentro que hasta soñamos con elementos de estas, o los estructuramos del mismo modo. Inception, la nueva película de Christopher Nolan (Memento, El caballero oscuro), juega y mezcla el cine de acción y aventuras con lo inconsciente de un modo que casi se puede describir como "racional".

En un futuro no demasiado lejano, Dom Cobb (Leonardo Di Caprio; Infiltrados, Shutter Island) es un extractor: con la ayuda de su compañero Arthur (Joseph Gordon-Levitt; 500 días juntos) se infiltra en los sueños ajenos y roba información para terceros que le pagan por ello. No es el único (hay otros expertos en este tipo de tareas, algunos con especializaciones diferentes), pero sí el mejor, lo cual, de algún modo, ha causado que no pueda volver a su país con sus hijos. Pero un poderoso empresario, Saito (Ken Watanabe; El último samurái, Cartas desde Iwo Jima), le propone un trato: si consigue implantar, "originar" en la mente del heredero de su compañía rival (Cillian Murphy; Batman Begins, Desayuno en Plutón) la idea de que tiene que deshacer su imperio económico, Cobb tendrá la posibilidad de ir legalmente a su país. Sin embargo, una misión de tal complejidad -no se sabe de nadie que haya podido implantar con éxito una idea en el sueño de otro- necesita a alguien extraordinariamente creativo que diseñe los sueños, para lo cual Cobb, por recomendación de su padre (Michael Caine; El caballero oscuro, La huella), recluta a Ariadne, una estudiante universitaria (Ellen Page; Juno, Hard Candy) que descubrirá involuntariamente el peligro que la mujer de Cobb (Marion Cotillard; La vida en rosa, Enemigos públicos) supone en su inconsciente.


El argumento suena rebuscado, y suena rebuscado porque es rebuscado. De hecho, Nolan necesita unos tres cuartos de hora no sólo para presentar la trama y los personajes, sino para informarnos de las, digamos, reglas del juego. Utilizando los sueños y su control como excusa, Inception monta un entramado de sucesos espectaculares sin demasiada congruencia; así, este primer segmento sirve como guía de "sueños para principiantes", explicando verdades y verdades a medias sobre el inconsciente humano, que dan una supuesta base tautológica sobre la que se asienta la acción del resto del filme. Es cierto que muchísimas películas, series, novelas justifican los acontecimientos o las acciones de los personajes para que encajen en la trama general, pero en Inception esto se nota muchísimo, y en ese sentido el conjunto chirría. Pero se trata de dejarse llevar y aceptar la película como es; en realidad, y a pesar de que ahora que estoy releyendo este párrafo lo he pintado como muy negativo todo, me divertí como un crío con las paranoias de Nolan, más que con las casi dos horas siguientes de tiros y peleas.

En El caballero oscuro -peliculón que trasciende el concepto habitual de cine de superhéroes, a pesar de sus fantasmadas- ya existía una sensación casi constante de clímax, pero en Inception Nolan la lleva un paso más adelante. Y lo consigue bastante bien, pero hay algunos elementos que frustran al espectador o que, simplemente, cortan el ritmo; por ejemplo, hay varios niveles de sueños dentro de la trama, y el tiempo en cada uno de ellos es diferente, de manera que hay algunos sucesos que se ralentizan en su punto culminante, y pasamos una hora o una hora y media esperando que terminen. Como digo, en general está bien llevado, pero es inevitable que la tensión sólo se mantenga hasta cierto punto.

Las comparaciones son tan odiosas como inevitables, y creo que la película con que más obviamente se puede comparar Inception es Matrix. Las reglas que estructuran las invasiones de sueños, la acción que tiene lugar en estos, el modo de acceder a ellos... hay muchos paralelismos con el mundo digital de la saga de los Wachowski, y algunos provienen de ella innegablemente, como las cámaras lentas o las peleas a prueba de gravedad. Por suerte, os sueños son más elegantes y sugestivos que la informática, e Inception es objetivamente superior a Matrix a muchos niveles: guión, dirección, reparto, discurso.


Se podrían hacer muchas comparaciones más (<--- probablemente esto lo digo para no ponerme a pensar en otras) no ya en cuanto a forma, sino en cuanto a fondo, pero una que me vino a la cabeza enseguida fue Solaris, de Tarkovsky. Sin entrar en muchos detalles para no destripar ninguna de las dos películas, diré que en ambas se habla sobre la idea de aceptar algo ideal surgido de nuestra mente, dejando de lado la realidad. De hecho toda la filmografía de Nolan gira sobre el engaño como forma de felicidad (en Memento el protagonista era tentado a engañarse para tener un objetivo en la vida; en El caballero oscuro había un discurso político sobre si el poder podía y debía engañar al pueblo "por su bien") o al menos con la dicotomía realidad-ficción (El prestigio hablaba de esto mediante los trucos de magia).

Otro punto a favor es el reparto. Si bien ninguno de los actores está particularmente lucido, casi todos ellos son tremendamente eficaces, de manera que el conjunto interpretativo es muy sólido. Si acaso destacaría a la pareja Di Caprio - Cotillard, que clava su papel de femme fatale onírica, y en el polo negativo, ya más por manía que por otra cosa, a Ellen Page, que me parece una actriz sosa y plana. También se agradecen, aunque dejan con ganas de más, los cameos de Michael Caine y Pete Postlethwaite (Dragonheart, En el nombre del padre), que últimamente sólo sale en películas que no veo porque tienen pinta de ser basura intragable (Furia de Titanes, Solomon Kane).

Resumiendo. Inception es una película de Christopher Nolan, con lo cual se le presuponen ciertas virtudes (o al menos "características"): guión bien estructurado con giros de noventa grados, diálogos afilados, un grado de oscuridad psicológico impropio del grueso de películas comerciales. Pero no deja de ser eso, una película comercial; eso sí, muy entretenida, bastante original -aunque no tanto como se dice, cuidado-, con un toque de reflexión moral y filosófica y una escena final magnífica. ¿Seguro que no estás soñando esto?


1 comentario:

Poison dijo...

Estaba buscando por las redes argumentos para desestabilizar el punto de vista de un amigo sobre esta peli, cuando he llegado aquí. Y sinceramente he de decir que me ha gustado mucho tu comentario, no soy cinéfila y es difícil que salga del cine comentando algo positivo sobre una película, pero me ha gustado cómo has expuesto tu opinión sobre Origen.
A mí sinceramente no me ha gustado, no me parece mala pero tampoco nada remarcable (llevaba meses escuchando a todo el mundo habalr de los buenísima que iba a ser y tenía ganas de verla para únicamente decirles que no), supongo que yo el gran problema que le ví es que en ningún momento me pude quitar Memento de la cabeza, la veía casi en cada escena o comentarios. Pero bueno es entretenida :) buena entrada.