domingo, 3 de febrero de 2008

Monstruoso (Cloverfield)

Título original: Cloverfield.
Dirección: Matt Reeves.
Guión: Drew Goddard.
Reparto: Michael Stahl-David, Jessica Lucas, T.J. Miller, Lizzy Caplan, Mike Vogel, Odette Yustman.


Que J.J. Abrams es el puto amo quedó bastante claro con esa maravilla que es Lost (que, por cierto, ha vuelto este jueves con una crueldad-genialidad guionística mayor que nunca); es por esto que Cloverfield, de la que me niego a escribir más veces de las justas el título en castellano, me llamó la atención desde el primer momento, básicamente por eso que Nacho Vigalondo ha denominado acertadamente "metatrama", y a lo que yo llamo "mitología". Sin embargo, también me atrajo la cámara en mano, que está en auge hoy en día, deduzco después de haber visto REC, Redacted y Cloverfield (y de saber algo de Diary of the Dead, de George A. Romero). En fin, vamos allá.

Rob es un joven pijo que se va a ir a trabajar a Japón, ignorando los fuertes sentimientos entre él y su vieja amiga Beth; cuando su hermano y sus mejores amigos lo intentan convencer de que se quede, un ser monstruoso (¡mierda!) empieza a atacar Manhattan. La gente empieza a huir, pero Rob no está dispuesto a abandonar a Beth, así que vuelve a buscarla a su apartamento tras oír un mensaje de ayuda en su teléfono. Por supuesto, su hermano Jason, sus mejores amigos, Hut y Lily, y una que había en su fiesta de despedida, Marlena, lo acompañan.


Así a priori se ve ya que el nudo argumental es bastante pobre; en efecto, lo de introducir una historia de amor en una película que se basa en las catástrofes queda considerablemente mal. Sin embargo, este hecho no está llevado de forma tan cursi que resulte repelente, y da pie a muchas situaciones de lucimiento de unos efectos especiales insuperablemente creíbles (pongo énfasis en el plano de la cabeza de la estatua).

La película no se ha visto completamente tras el primer visionado, debido a los numerosos easter eggs marca Abrams (fijaos sobretodo, si no la habéis visto aún, en el mar en la secuencia final, en la grabación anterior en el tren), ni siquiera tras el segundo, porque surgen muchísimas incógnitas sin respuesta. La principal... ¿qué cojones es el bicho? Sólo tenemos una idea, y por lo que vemos al inicio de la grabación; es decir, justo al principio de la película.

Cloverfield es una película con un hilo argumental chorra, pero con un todo absorbente, espectacular y, en no pocos momentos (si se está atento, obviamente), terrorífico, primera muestra del estilo Abrams dentro del cine, y que, -presumiblemente- por desgracia, tendrá una secuela. Muy recomendable, y con gran influencia nipona, especialmente curiosa la de Final Fantasy X (Sinh... brotes... quien haya jugado lo entenderá).


Valoración: 7,5/10.

1 comentario:

Twister dijo...

Tanto los esta como la de los Crímenes de Orford que bien reseñas las tengo pendientésimas. No se puede ver tanto cine, me apuntaré la There will be blood, aunque sea para despacharme a gusto si no me gusta