martes, 12 de agosto de 2008

Hancock

Título original: Hancock.
Dirección: Peter Berg.
Guión: Vince Gilligan, Vincent Ngo.
Reparto: Will Smith, Charlize Theron, Jason Bateman, Jae Head, Eddie Marsan.


Últimamente estamos de superhéroes hasta los cojones. Desde Spiderman y los X-Men no han parado de sacar adaptaciones más o menos entretenidas pero más o menos mierdas: hemos podido ver chorradas del calibre de Los 4 Fantásticos, Catwoman o Ghost Rider a películas incluso buenas o al menos respetables como Batman Begins y Hellboy, pasando por alguna que otra producción pasable (los Hulk, Iron Man). Hasta la Pixar se atrevió con Los Increíbles, que como ya comenté la semana pasada me parece una joya de la animación y, en el contexto del que hoy trato, también una joya del cine de superhéroes. Lo que me atrajo cuando vi el tráiler de Hancock fue el concepto de superhéroe desmitificado que presentaba, aunque estando Will Smith en el proyecto supuse que finalmente sería un producto más bien blandito. Supuse bien. Me crujo los huesos del cuello y los dedos y empiezo.

John Hancock es un superhéroe atípico. Al contrario de lo que cabría esperar, la gente le odia porque es un alcohólico, porque hace más daño del que impide, porque se muestra irrespetuoso y prepotente con los demás... en resumen, porque es un capullo (en inglés mola más: "an asshole"). Cuando conoce a Ray Embrey, experto en lavar la imagen de cosas (creo que era algo así lo que decía, no estoy seguro y me interesa más bien poco), empieza a modificar su actitud, por lo que incluso acepta ir a la cárcel. De todas formas, lo que más le atrae de Ray es su mujer...


Cuando he empezado a visionar Hancock me he temido lo peor; para muestra de ello, qué mejor que decir que, al finalizar la escena introductoria, no he podido evitar soltar un "¿Pero qué puta mierda es esta?". Will Smith y unos chinos soltando memeces, efectos especiales poco llamativos y hasta cutres. Por suerte la cosa mejora, y con "la cosa" quiero decir los chistes, ya que el sentido del humor es lo que sostiene la primera parte de la película. Eso y el reparto, ya que los tres protagonistas hacen trabajos interesantes; destaco especialmente a Jason Bateman, al que vimos hace poco en la tan sobrevalorada como reaccionaria Juno, que interpreta a un típico primo, pero lo hace con soltura y gracia. Le pega. De todas formas, siendo Hancock el protagonista, como es de esperar son sus gracias, irrespetuosas y cabronas, lo mejor del humor. Eso sí: como al espectador no le conveza esta parte cómica, la película le parecerá una basura intragable.

Desde aquí todo va a peor. La reforma de Hancock trae consigo, por desgracia en muy pocos minutos, la desaparición del tono humorístico, que volverá sólo en escenas muy puntuales, un par de ellas bastante conseguidas. El argumento se disipa y sólo encuentra un cauce que seguir mediante un giro de guión inesperado que da un cierto juego, a pesar de lo idiota que resulta. Lo peor es la recta final, a la que el guión llega de una manera muy rebuscada, poco comprensible y menos emocionante; cómo sino podría ser, teniendo en cuenta que el supuesto malo aparece durante, como mucho, cinco minutos en todo el metraje (que por suerte es corto, más de lo que aparenta).


Hancock es, finalmente, un proyecto fallido, otra película de superhéroes más, similar en el tono en muchos momentos a la reciente y bastante superior Iron Man, pero que no consigue su objetivo de ser una buena comedia, por apartarse incomprensiblemente de este camino hacia un drama hinchado y pretendidamente trascendente, ni de desmitificar a los superhéroes; para eso mejor tenemos a los Batman de Nolan y, dentro de poco y sobretodo, a Watchmen, que espero que no defraude. Al menos resulta una película entretenida y divertida durante su primera mitad. No recomiendo pagar seis euros por verla, eso sí. Por suerte ya ha salido un buen Screener... y hasta aquí puedo leer.


Valoración: 5/10.

1 comentario:

Gabriel dijo...

Yee!! Ese "Que puta mierda es esta????" es mío cabron...xD