viernes, 22 de agosto de 2008

Superagente 86 de película

Título original: Get Smart.
Dirección: Peter Segal.
Guión: Tom J. Astle, Matt Ember.
Reparto: Steve Carell, Anne Hathaway, Alan Arkin, Dwayne 'The Rock' Johnson, Terence Stamp, Dalip Singh, Ken Davitian, Masi Oka, Nate Torrence, David Koechner, Terry Crews, James Caan, David S. Lee.


La verdad es que vi ayer esta película por ir al cine. No me apetecía verla y ya daba por supuesto que no iba a ser buena; de todas formas, me atraía el reparto (Steve Carell me resulta muy gracioso; The Rock, al que me niego a llamar Dwayne Johnson, más aún, aunque él no intente serlo, pobre), y tenía recuerdos infantiles neutros de la serie, que no me hacía gracia, pero me interesaba ver cómo había sido adaptada a estos nuestros tiempos. No es la mejor película para celebrar un cumpleaños, pero ir al cine siempre mola. Hecha esta introducción que me podría haber ahorrado perfectamente pero que últimamente me siento obligado a realizar, pasaré a hablar de Superagente 86 de película -título, por supuesto, nefasto, pero habiendo estado en Roma hace cosa de un mes, os diré que la traducción al italiano es mucho peor: Casino Totale. ¿Qué cojones tiene ese título que ver con la peli, por mucha parodia de los Bond que sea? Amos no me jodas.

Max Smart trabaja como analista en CONTROL, agencia secreta cuyo único propósito actual parece ser la de contrarrestar a la agencia rusa KAOS. Tras duros esfuerzos, y (sobretodo) tras descubrir KAOS la identidad de todos los agentes de CONTROL, Smart consigue alcanzar su sueño de convertirse en uno de ellos. Es destinado a Rusia, acompañado por la agente 99, para descubrir cuáles son los planes de sus enemigos.


O algo así, porque lo cierto es que no me enteré mucho del argumento. En cualquier caso, viene a ser lo de menos: la base de la película son los chistes, no la trama, que como ya digo es estúpida, además de tremendamente tópica, y por tanto aburrida y previsible. El humor es el típico de las comedias estadounidenses de los últimos años, como cabe esperar de una película protagonizada por Carell, máximo representante presente, junto con Will Ferrell, del género. Hay muchísimos chistes en la película; por tanto, no es extraño que algunos funcionen bien, o hasta muy bien. La mayoría son chorradas, de esas que algunos considerarán descojonantes pero a otros les darán ganas de clavar un cuchillo en el ojo de ciertos guionistas, con lo cual el considerarla divertida o no es bastante subjetivo. A mí me hizo reír bastante durante su primera hora, más o menos; sin embargo, todo se alarga demasiado y se encamina excesivamente hacia una acción horriblemente típica y tediosa.

Las referencias a la serie no son muchas, lo cual está bien; era necesario darle un giro total si se quería hacer algo aceptable para la actualidad. Que fuera necesario o no hacer la película, eso ya es mucho más discutible. Estas referencias se limitan casi exclusivamente (y con "casi exclusivamente" quiero decir "que yo haya captado") a dos momentos: el inicio, en que se nos presentan objetos míticos de la serie en una especie de museo, y en que la archiconocida escena de las puertas se siente forzada, y la aparición del zapatófono, que no tiene aquí gracia ninguna. Está bien que se mantenga un cierto enlace con el original, pero teniendo en cuenta el fracaso de estas escasas conexiones, muchas más habrían resultado un craso error.


El reparto es extraño, y en general se produce un gran desaprovechamiento de talento. Steve Carell es el más destacable, porque es divertido de por sí, pero no es éste su mejor papel, ni mucho menos (cada vez que recuerdo a su periodista retrasado de El reportero me parto el ojete estúpidamente). No tiene un mal personaje, aunque su gilipollismo queda decepcionantemente atenuado en varios momentos por demostraciones de ingenio que al espectador no le apetece nada contemplar. Anne Hathaway es una actriz mediocre, que estará buena (que no me había fijado yo, pero sí que lo está), pero no tiene para nada la picardía necesaria para su personaje. A Alan Arkin no se le ve cómodo y tiene un mal personaje; el de Terence Stamp es aún peor. No sé qué hace aquí ninguno de los dos, y me da muchísima pena ver a Stamp rebajado a esto. Tenemos también a The Rock, que buen actor no es, desde luego, pero resulta bastante divertido, sobretodo cuando sonríe (y se pasa buena parte del metraje sonriendo, con lo cual yo encantado). Otros personajes desaprovechados son los de Masi Oka, el japonés de Heroes (el mejor de la serie, qué duda cabe), y Nate Torrence, que me suena de Studio 60 on Sunset Strip y de algo más pero no sé qué, que intepretan a dos informáticos de CONTROL; alguna de sus escenas, como el momento en que fingen una pelea con el protagonista, es muy divertida. Es una lástima que no salgan más. Hay también un inesperado cameo de Bill Murray, bastante divertido; pero, seguramente, a quien más gracia me ha hecho ver es a Dalip Singh, más conocido como ¡el Gran Khali!, luchador de Pressing Catch. Su personaje también me gustó más que la mayoría, aunque seguramente sólo fuera porque me sorprendió verlo.

Get Smart es una película más o menos divertida durante su primera hora, que se va desinflando por culpa de un metraje excesivo, una trama penosa y escenas de acción indeseadas. No es para nada la mejor opción de la cartelera presente (la verdad es que ya hace bastante que se estrenó, no sé por qué digo "cartelera presente"), pero a los fans de Steve Carell les puede gustar. A los fans de la serie, lo dudo.


Valoración: 4/10.

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