martes, 9 de noviembre de 2010

Scott Pilgrim vs. The World


Dirección: Edgar Wright.
Guión: Edgar Wright, Michael Bacall (basado en el cómic de Bryan Lee O'Malley).
Reparto: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Ellen Wong, Kieran Culkin, Jason Schwartzman, Mark Webber, Alison Pill, Johnny Simmons, Anna Kendrick, Chris Evans, Brie Larson, Brandon Routh.

Parece que últimamente, y cada vez más, los cómics sólo se perciben como materia prima para futuras películas. Yo mismo sólo me hice fan de Alan Moore (Watchmen, From Hell, V de Vendetta) o Frank Miller (Sin City, 300) por la publicidad previa que recibieron algunas de las adaptaciones cinematográficas de sus obras; era algo así como una forma de aplacar el ansia hasta que las estrenaran. Y, sin embargo, incluso las mejores de estas películas palidecen frente al original.

Con Scott Pilgrim vs. The World me pasó algo parecido. Me enseñaron el tráiler y, si bien no me atrajo particularmente, sí me produjo curiosidad. Curiosidad que, sumada a mi habitual superabundancia de tiempo libre, era excusa más que suficiente para leer los cómics del canadiense Bryan Lee O'Malley -que, comento de paso, este verano todavía no habían llegado a España, y las traducciones amateur que se encontraban en Internet eran como poco lamentables. Para resumir, diré que he leído cómics muy frikis durante mi vida, pero probablemente Scott Pilgrim es el más friki de todos. Y, como la película capta bien el espíritu de la obra de O'Malley, creo que puedo pasar a la sinopsis.

Scott Pilgrim (Michael Cera) tiene veintitrés años físicos y alrededor de catorce mentales, un bajo que toca sin demasiadas ganas en un grupo mediocre y una nueva novia (Ellen Wong) que todavía va al instituto. Su vida cambia cuando se enamora de Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), una chica americana que acaba de llegar a Toronto. Para conseguir entablar una relación con ella, Scott tendrá que derrotar en combate a sus siete ex malignos, liderados por un tal Gideon (Jason Schwartzman). Y, claro, dejar a su novia actual.


Scott Pilgrim vs. The World (que también es el título de uno de los tomos de la saga, originalmente llamada igual que su protagonista) se estructura alrededor de las peleas contra los siete ex. Y probablemente éste sea el mayor problema de la adaptación: si bien en seis volúmenes de unas doscientas páginas los combates están bastante bien dosificados y rara vez se hacen pesados, en la película se produce una sobrecarga de acción; es imposible hacer encajar en una hora y media todo lo que contienen los cómics, y el director Edgar Wright (Zombies Party, Arma fatal) opta por dar un mayor protagonismo relativo a las peleas. Aun así, las primeras (las que vienen antes de la saturación) son muy disfrutables gracias a los efectos especiales, muy decentes para una película tan indie, y, sobre todo, el elevado grado de frikismo.

Frikismo que se manifiesta en momentos inesperados y que provoca en el espectador una constante sensación de perplejidad (o, como leí en otra crítica, de "what the fuck"). En Scott Pilgrim los instrumentos musicales lanzan ondas expansivas, los vegetarianos tienen poderes psíquicos, y al derrotar a un enemigo se obtiene monedas y, en ocasiones, hasta vidas extra (lo cual da lugar a uno de los mejores momentos de la película: la repetición de una escena tras el fracaso del protagonista, algo así como una metáfora de las segundas oportunidades. Supongo. Probablemente no sea una metáfora de nada.). Creo que eso es suficiente para que os hagáis una idea. Como curiosidad complementaria, en el cómic incluso hay un punto para guardar la partida. My God.


Si bien, como digo, en este sentido se conserva perfectamente el estilo de la obra original, se deja de lado algo igualmente importante: el aspecto más social, es decir, se reduce la importancia de los diálogos, las subtramas y los personajes secundarios. Y para mí es una lástima, porque lo que verdaderamente me enganchó al cómic fue esa frescura indie, que de hecho tiende al gafapastismo. Aun así, los secundarios siguen siendo geniales; mención especial para Wallace, el compañero de piso gay del protagonista, interpretado por Kieran Culkin (cuya cara recuerda enormemente a la de su hermano Macaulay, que todos recordamos con la boca y los ojos muy abiertos y una mano en cada mejilla).

Otro aspecto en que la película difiere del cómic es la recta final. La adaptación se empezó a hacer antes de que saliera al mercado el último tomo, de manera que se deja de lado parte de la trama que tenía lugar en éste, como el repaso por las ex de Scott, algo que daba madurez al cómic. En todo caso, elementos puntuales del final de la película hacen pensar que, al menos -y a pesar de sus declaraciones desmintiéndolo-, el autor del cómic dio algunas directrices a Edgar Wright.


El reparto está encabezado por Michael Cera, conocido principalmente por Supersalidos y la sobrevaloradísima Juno, aunque de sus trabajos destaco la serie Arrested Development, que he descubierto hace poco y que supera a casi todas las comedias de la década. Cera, sin dejar de ser monótono e inexpresivo -aunque también simpático-, encaja bien en la piel del apagado Scott. Interesante también la aparición de Jason Schwartzman (fetiche de Wes Anderson; Academia Rushmore, Darjeeling Limited) como el malo, de un Chris Evans (Los 4 fantásticos, Sunshine) sorprendentemente divertido, y de Alison Pill en el papel de la batería del grupo de Scott, no por su relevancia en la película sino para hacer referencia (otra vez...) a In Treatment; ella es de lo mejor de la segunda temporada. Hilarantes también los cameos de Thomas Jane (The Punisher, La niebla) y Clifton Collins Jr. (Star Trek, Traffic) como miembros de la Policía Vegana [sic].

Scott Pilgrim vs. The World no es un peliculón pero, sin llegar, básicamente por limitaciones de metraje, a la altura del cómic, sí capta perfectamente su tono y sus aspiraciones y supone una aglomeración fresca, desenfadada y casi en todo momento divertida de referencias frikis e indies. Lo cual, para cierto sector del público, debería ser mucho más que suficiente.


1 comentario:

Yunns dijo...

Dios. Me he quedado con toda la gana de leer los comics y ver la película xD
No suelo ver las películas basadas en novelas/comics antes de leer los propios libros, pero creo que en este caso voy a hacer una excepción porque no puedo esperar a tener la colección, me pica demasiado esta curiosidad frikosa mía xD

Aiss, cuánto me alegro de conocer tu blog, haha

Un saludo!